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Infidelidad: ¿cuestión de 'cuernos'?

Infidelidad: ¿cuestión de 'cuernos'?

La infidelidad es la principal causa de ruptura de parejas. Pero, ¿qué supone una infidelidad? Quizá por el cine y la cultura popular se ha acabado aceptando que se es infiel cuando la persona mantiene relaciones sexuales con alguien que no es su novio/a o esposo/a, o, como se diría coloquialmente, cuando uno le 'pone los cuernos' al otro.

No hace falta llegar a eso para serle infiel a tu pareja. "La infidelidad es algo que afecta a la confianza entre uno y otro, que se refiere más a las relaciones dentro de la pareja que fuera (...) la infidelidad empieza y acaba en la mentira", cuenta la sexóloga Jenny Block, desde su columna semanal en la Fox.

La infidelidad "no es cosa de un acto o un conjunto de actos". Todo gira alrededor de la "confianza" en la pareja. Muchas veces, el verdadero germen de la ruptura está en la falta de comunicación, que desemboca en falta de confianza e inseguridades en él y ella. "Se ha establecido una especie de regla universal por la cual deben regirse todas las parejas. Esto es un error, cada pareja debe establecer sus propias reglas, saber qué gusta o no al otro, qué y cómo abordar ciertas situaciones (...) no todo el mundo se toma que su pareja dé un abrazo o el beso a un amigo de la misma forma", continúa explicando Block.

"Tener sexo con alguien que no es tu pareja es una situación límite", explica, para aclarar que la infidelidad seguramente ya viene de antes, entendiendo ésta como un conjunto de mentiras, y el acto sexual no es más que una culminación de esa infidelidad, algo bien tramado y elaborado, generalmente, de antemano.

La sexóloga aconseja hablar de todo, aunque sea duro. "Es importante decirle a la pareja si alguien te parece atractivo o si han existido coqueteos con otras personas durante vuestra relación", aconseja, mientras que acepta que es algo duro y difícil de hacer, pero que es "ahí donde está la llave para durar juntos muchos años".

"Ser infiel es no ser honesto, ser egoista y mentiroso", concluye.

 

FUENTE: http://www.20minutos.es/noticia/760306/0/infidelidad/sexo/mentira/

Sonríe, por favor!

Sonríe, por favor!

I'm sorry

I'm sorry

Por qué acaban las relaciones?

Por qué acaban las relaciones?

El cuento de la grúa y la jirafa

Enamorarse produce un efecto cerebral similar a una dosis de cocaína

Enamorarse produce un efecto cerebral similar a una dosis de cocaína

Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/627622/0/amor/cerebro/cocaina/

 

  • El cerebro se satura de dopamina al ver a la persona deseada.
  • Aparece también al tener sexo o comer chocolate.
  • Ocurre igual en el contacto emocional entre la madre y el recién nacido.
Los científicos aconsejan a las parejas dedicarse juntos a unas cosas agradables, las que estimulan la producción de la dopamina, por ejemplo, ir al teatro o al hipódromo, estudiar algo nuevo. Los que se sienten felices en el matrimonio, tienen una vida más larga y una inmunidad mejor, señalan expertos.

Ligar es fácil (si sabes cómo)

Ligar es fácil (si sabes cómo)

Enlace del manual: http://www.missupload.com/y20coakqeffu/Ligar_es_Facil.zip.html

 

En busca de una relación larga y feliz (III)

En busca de una relación larga y feliz (III)

Para sobrellevar los bajones.
• Aceptar y reconocer que una relación tiene sus subidas y bajadas, no siempre está en estado de felicidad perenne. Resolver conjuntamente los malos momentos fortalece la pareja.
• Aprender de una mala relación mirándola como un reflejo de las propias actitudes. No limitarse a escapar de una relación deteriorada, sino también tratar de entender que parte de nosotros es responsable de su final. Intentar cambiar uno mismo antes de cambiar de pareja para no repetir los problemas con la nueva.
• El amor no es algo permanente y fijo. Es un sentimiento que puede crecer o morir, según cómo tratamos y somos tratados. La pareja no está asentada en un amor incondicional. Los dos son responsables de su cuidado y alimento por medio de un amor activo y atento al día a día.


Actitudes clave para una buena relación de pareja
1. Prestar total atención al otro.
2. Conocer bien y darse a conocer.
3. Respetarse mutuamente.
4. Discriminar entre lo aceptable y lo no aceptable.
5. Negociar las diferencias día a día.
6. Compartir responsabilidades.
7. Disculparse con frecuencia.
8. Responsabilizarse de mantener activo el amor.
9. Cumplir el compromiso bilateral de la pareja.
10. Pedir lo que se necesita.

 

Fuente: http://www.magazinedigital.com/salud/psicologia/reportaje/

En busca de una relación larga y feliz (II)

En busca de una relación larga y feliz (II)

Para mantener una relación saludable
• Considerar el respeto como actitud primordial. Tanto en el interior como en el exterior de la relación, habría que actuar de modo que la pareja siempre nos pueda respetar. El respeto mutuo es esencial.
• Considerar a la pareja como un equipo. Esto significa ser dos individuos únicos que aportan activos y perspectivas distintos. El valor de un equipo se apuntala en las diferencias.
• Gestionar con inteligencia las diferencias; esta es la clave del éxito. Los desacuerdos no son los que hunden las relaciones. Lo que sí las destruyen son los insultos y la hostilidad. Todas las parejas tienen conflictos de intereses. Sólo sobreviven las que saben negociarlos. No se debe confundir ignorar el conflicto con la paz.
• No dar nada por supuesto. Si hay algo que no se entiende del otro, no dudar en preguntar, hablar, explorar, cerciorarse. No reaccionar antes de hacerlo.
• Resolver los problemas en el momento que surgen. No dejar que se acumulen resentimientos. Estos se transforman en defensas de uno contra el otro convirtiéndolos en extraños e incluso en enemigos.
• Cada pareja crea actualmente sus propios roles. Estos ya no son los heredados por la cultura. Por esta razón hay que negociar y renegociar constantemente cada acto para mantenerse fluidos y preparados para todas las nuevas situaciones.
• Escuchar al otro de modo muy atento. No dar por sentado que ya se le conoce. Saber sus preocupaciones y quejas sin juzgarlo. Darle espacio para que se abra en confidencias. Tratar de ver las situaciones también desde la perspectiva del otro, con empatía.
• Luchar por mantener la cercanía entre los dos. Cuando esta se pierde, la pareja se distancia y existe el riesgo de que se busque en otras personas esta intimidad.
• Estar atento al crecimiento de la intimidad entre los dos. Esta se nutre de honestidad y apertura, de confiarse los miedos, preocupaciones y tristezas así como las esperanzas y los sueños.
• Intentar no irse a dormir enfadados. Tratar de acercarse con algo de ternura.
• Disculparse mucho, sin orgullo. Todos cometemos errores. Toda pareja que funciona utiliza muchas formas de compensación por los errores.
• Mantener la dependencia de la pareja en un nivel moderado. La excesiva dependencia del otro para las propias necesidades es una causa de infelicidad para ambos.
• Conservar el autorrespeto y la autoestima. Es más fácil para los demás estar con alguien que se aprecia a sí mismo.
• Alimentar la relación introduciendo intereses provenientes de fuera de esta. Cuantas más pasiones tenga una persona en su vida, más tendrá para compartir. No es realista esperar que una sola persona cubra todas nuestras necesidades.
• Colaborar como actitud permanente. Compartir responsabilidades. No olvidar que la relación de pareja es un dar y recibir constante. No es un amor incondicional.

Fuente: http://www.magazinedigital.com/salud/psicologia/reportaje/cnt_id/2884

En busca de una relación larga y feliz (I)

En busca de una relación larga y feliz (I)

Casarse, convivir sin casarse, vivir juntos pero aparte, nunca vivir juntos, da igual. La forma como se articula el amor de pareja se transforma según usos y costumbres, con la idea cada vez más apremiante de nivelar la preservación de la individualidad, de la autonomía, con el anhelo de cariño, afecto y refugio.
Si hay algo que no cambia, es que seguimos queriendo intercambiar amor en un contexto de pareja. Pero aun así, aquello que en un momento dado sentimos que es amor a menudo se acaba fundiendo y dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio.
Inspiradas en diversas fuentes de estudiosos del amor y de la pareja, estas son unas pautas que podrían llamarse universales o básicas, sin las cuales las parejas no podrían nacer y gozar de una vida saludable y longeva:

Para empezar bien
• Elegir la pareja de un modo correcto y sensato. Hay que tener en cuenta que somos atraídos por muchas razones. Puede ser que una persona nos recuerde a alguien del pasado, que nos cubra de regalos y nos haga sentir importantes. Es recomendable elegir una pareja de la misma forma que se valora a un amigo: tener en cuenta el carácter, la personalidad, los valores, la generosidad de espíritu, la relación entre lo que dice y lo que hace y su relación con otras personas.
• Conocer la idea del otro sobre las relaciones. En nuestro tiempo existe mucha diversidad de conceptos e ideas divergentes sobre las relaciones. Sería básico tener las mismas ideas al respecto.
• No confundir atracción física y compatibilidad sexual con amor. Aunque parezca un lugar común, al principio de las relaciones es muy fácil equivocarse.
• Conocer las propias necesidades y hacerlas saber al otro. No esperar que el otro las adivine. Si se ocultan las necesidades, estas actúan como una agenda oculta que puede generar resentimientos y rabia si no acaban siendo cubiertas. La honestidad es la base de la intimidad.

Fuente: http://www.magazinedigital.com/salud/psicologia/

 

El terrible miedo al compromiso (V)

El terrible miedo al compromiso (V)

Amar con conciencia

Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección (Antoine de Saint-Exupéry)

 

Conocer el estilo afectivo propio es fundamental. Primero para poder identificar las dificultades que tenemos en el marco de las relaciones y que no dependen sólo de con quién nos juntamos, para tomar responsabilidad sobre ello. Pero también significa aprender a vivir de acuerdo con el estilo afectivo que queramos desarrollar en la vida. No todo el mundo tiene que pasar por la vicaría, ni tiene que tener una familia, ni es un discapacitado emocional por no convivir en pareja. Lo importante es responsabilizarse de las elecciones que hacemos en cada momento, con integridad y sin dañar a los demás.

Arrastramos aún la necesidad de crear marcos en los que encajar nuestra existencia. Son útiles, ya que así sabemos cómo actuar y dónde están los límites. Pero también nos quitan flexibilidad, no nos permiten, como la vida misma, fluir con el presente y con los acontecimientos, sino que nos etiquetan, normativizan y crean expectativas y obligaciones que nos quitan autenticidad. Eso es lo que ocurre con el amor a veces. Se dan por hecho tantas cosas que es inevitable vivir en el autoengaño. Por eso, cuando Cupido se quita la venda de los ojos, no nos podemos creer en lo que nos hemos convertido.

Prefiero pensar que hoy disponemos de una conciencia diferente, la cual nos permita elaborar las relaciones día a día, sabiendo que andamos continuamente sobre la fina cuerda de la incertidumbre y que todo se debe ir resolviendo si hay capacidad de amarse. Y eso empieza por asumir cómo amamos y cómo queremos ser amados. 

 

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/portada/terrible/miedo/compromiso/elpepusoceps/20090920elpepspor_5/Tes

 

El terrible miedo al compromiso (IV)

El terrible miedo al compromiso (IV)

El miedo a amar

La señal de que no amamos a alguien es que no le damos todo lo mejor que hay en nosotros (Paul Claudel)

 

Al estilo huidizo se le puede añadir la coletilla “alejado”, puesto que viven las relaciones en un estado continuo de acercamiento-alejamiento. Son los que más dicen quererse enamorar para después sentirse con la soga al cuello. Por eso huyen. Suelen ser personas con una elevada autosuficiencia emocional, una baja activación de los deseos de apego, muy orientados al logro de sus objetivos y una elevada incomodidad con la intimidad. Por desgracia, los que sufren este tipo de apego confunden su necesidad de alejamiento con la falta de amor y por eso rompen relaciones una detrás de otra. Son los más proclives a huir del compromiso, y cuando lo logran hay que procurar no atarlos en corto.

Finalmente está el estilo temeroso, con un modelo mental que podríamos caricaturizar como “yo estoy mal, pero tú estás peor”. Se caracterizan por sentirse incómodos en situaciones de intimidad, por una elevada necesidad de aprobación, por considerar las relaciones como algo secundario y por una baja confianza en sí mismos y en los demás. El estilo temeroso tiene necesidades de apego frustradas, puesto que, al mismo tiempo que necesitan el contacto social y la intimidad, el temor al rechazo que les caracteriza les hace evitar activamente situaciones sociales y relaciones íntimas.

A todo ello hay que sumar las experiencias vividas que modelan sin duda nuestros estilos afectivos. Aunque podríamos discutir qué fue primero, si el huevo o la gallina, o el nido, es cierto que el miedo a amar también se reconoce ante los sufrimientos causados por amores mal entendidos. Por engaños y autoengaños. Por corazones rotos y desgarrados por el dolor del desamor. Nadie quiere volver a sufrir así. No es necesario. Por eso podemos aprender a amar desde la plenitud. Y eso empieza por aprender a amarse a uno mismo.

 

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/portada/terrible/miedo/compromiso/elpepusoceps/20090920elpepspor_5/Tes

El terrible miedo al compromiso (III)

El terrible miedo al compromiso (III)

Cuestión de estilos afectivos

Puede uno amar sin ser feliz; puede uno ser feliz sin amar; pero amar y ser feliz es algo prodigioso (Honoré de Balzac)Cuando dos personas se gustan e inician ese periodo de cortejo, que hoy dura lo que dura un telediario, se ponen en juego dos estilos afectivos. Es decir, dos maneras de amar. Nadie ama igual, aunque la psicología reconoce algunos estilos en los que todos podemos más o menos identificarnos.

 

El estilo afectivo tiene mucho que ver con cómo hemos sido amados en nuestra más temprana infancia y en cuál ha sido nuestra respuesta, es decir, con cómo hemos gestionado el apego. De eso se ocuparon hace ya unos años el psicólogo John Bowlby, además de Harry Harlow y posteriormente Mary Ainsworth. Dicha teoría del apego enfatiza la importancia del vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres o sus cuidadores de referencia.

Distinguieron tres tipos de apego: el seguro, el inseguro y el ambivalente. Eso lo observaron al realizar una serie de actividades, que voy a simplificar, en las que las madres dejaban al niño solo, jugando, para volver más tarde, o bien la madre permanecía en compañía de otra persona adulta.

Al irse mamá, todos los niños solían llorar para luego entretenerse en sus juegos. Lo interesante llegaba al volver la madre. Los niños de apego seguro se alegraban de su vuelta y se echaban a sus brazos. Los niños de apego inseguro, en cambio, se hacían los remolones, ignorando el contacto con la madre. Como una especie de “me has hecho sufrir, pues ahora paso de ti” (¿les suena eso aún hoy como adultos?). Los ambivalentes eran los más ansiosos, reaccionando ahora de una manera, ahora de otra. Esa huella la mantenemos casi de por vida.

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/portada/terrible/miedo/compromiso/elpepusoceps/20090920elpepspor_5/Tes

El terrible miedo al compromiso (II)

El terrible miedo al compromiso (II)

Debe de ser verdad que, a pesar de lo mucho que hoy sabemos de la vida, seguimos cometiendo el error de vivir entre la felicidad y el sufrimiento. Un ejemplo lo podemos observar en los emparejamientos actuales. Nadie quiere renunciar a la pasión abrasadora del enamoramiento, pero a la vez se quieren evitar los quehaceres del compromiso. Ya ni tan siquiera sirve aquello de “ni contigo ni sin ti”. Ahora sólo funciona el “contigo, pero sin ti”.

El ascenso de eso que venimos llamando miedo al compromiso afectivo está alcanzando tal magnitud, que cabe pensar si realmente es un problema sólo de miedo o si estamos ante un cambio de modelo afectivo que también está en pleno proceso de transformación. Incluso hay quien se cuestiona si no habremos sobrevalorado la pareja como forma de transitar por este mundo.

Fuente: http://www.elpais.com/articulo/portada/terrible/miedo/compromiso/elpepusoceps/20090920elpepspor_5/Tes

El miedo al compromiso (I)

El miedo al compromiso (I)
Miedo al Compromiso
 
Cuando nos enamoramos de alguien lo hacemos, en gran medida, de la persona que se quiere o se necesita ver, es decir, inventamos a nuestra pareja y la construimos en función de nuestras necesidades. Es un periodo en el que todo fluye y surge espontáneamente, no se requiere de esfuerzo ni voluntad. Con el tiempo, esta visión narcisista choca con la realidad y empezamos a percibir la diferencia entre lo que nuestra pareja es y lo que deseamos que sea. Es aquí justamente donde se demostrará la predisposición al compromiso.
Pero este compromiso requiere de una serie de habilidades personales y de una madurez que, en ocasiones, desborda los recursos de que se disponen, favoreciendo que el miedo se apodere de la relación.
 
Aceptar un compromiso sopone afrontar este miedo y pasar por el duelo y la pérdida de la imagen idealizada y narcisista que tenemos de nuestra pareja, un hecho que implica un grado de angustia importante, pues siempre flota en el ambiente la idea de que esa persona ideal nos estará esperando en alguna otra parte.
 
La única forma de acercarse a nuestro ideal interno es a partir de la construcción y búsqueda conjunta con la pareja que elegimos para, desde una visión más realista, construir codo con codo el camino que asciende en dirección a ese ideal.

Sergio Huguet

Fuente:  http://aireloewe.spaces.live.com/blog/cns!8FA21F8F17C4861F!2684.trak

 

 

¿Mujeres insatisfechas por culpa de hombres inexpertos?

¿Mujeres insatisfechas por culpa de hombres inexpertos?

FUENTE: http://blogs.20minutos.es/chapiescarlata/post/2009/08/20/aamujeres-insatisfechas-culpa-hombres-inexpertos-

En el post de ayer escribieron varias mujeres sobre lo insatisfechas que las dejaban las relaciones con sus hombres. Decían que ellas solas disfrutaban mucho más que con ellos y acusaban a sus parejas, aunque yo creo que lo hacían a los hombres en general, de no preocuparse por proporcionarles placer y pensar sólo en ellos.

Uno de los comentarios decía:

En el fondo a todas las mujeres que nos pasa esto y me consta que somos más de las que parece, nos cuesta hablar del tema muchisimo. Se supone que te lo tienes que pasar bien y ya está.Tampoco nos atrevemos a decir claramente lo que queremos y lo que nos gusta, tambien es verdad que muchas veces no te da ni tiempo porque cuando te quieres dar cuenta, ya estan al trote o te la quieren dar por donde mejor les parece.

O sea que lo que vienen a decir ellas es aquella frase tan espantosa de "no hay mujeres frígidas sino hombres inexpertos".

Pues yo, que soy mujer y tengo mucho andado, no creo que sea culpa de los hombres en general. Habrá veces que sí que lo sea, otras que lo sea de ellas y las más de las veces, de la falta de comunicación.

Hay que decir lo que uno quiere. Y si da vergüenza hablar, guiarlo, que tampoco somos mancas. Vamos, que te estás acostando con él ¿y te callas por vergüenza?

 

Serenata a Adri y Yeray

Serenata a Adri y Yeray

Transformarme con mi pareja...

Transformarme con mi pareja...

La pareja no nos salva de nada, no debería salvarnos de nada.

Muchas personas buscan pareja como medio para resolver sus problemas.

Creen que una relación íntima los va a curar de sus angustias, de su aburrimiento, de su falta de sentido.

Esperan que una pareja llene sus huecos. ¡Qué terrible error!

Cuando elijo a alguien como pareja con estas expectativas, termino inevitablemente odiando a la persona que no me da lo que yo esperaba.

¿Y después? Después quizás busque a otra, y a otra, y a otra... o tal vez decida pasarme la vida quejándome de mi suerte.

La propuesta es resolver mi propia vida sin esperar que nadie lo haga por mi.

La propuesta es, también, no intentar resolverle la vida al otro.

Encontrar a otro para poder hacer un proyecto juntos, para pasarla bien, para crecer, para divertirnos, pero no para que me resuelva la vida.

Pensar que el amor nos salvará, que resolverá todos nuestros problemas y nos proporcionará un continuo estado de dicha o seguridad, sólo nos mantiene atascados en fantasías e ilusiones y debilita el auténtico poder del amor, que es transformarnos.

 

FUENTE: "Amarse con los ojos abiertos" (Bucay y Salinas)

 

 

 

 

 

Lectura recomendada: Amarse con los ojos abiertos (J. Bucay y S. Salinas)

Lectura recomendada: Amarse con los ojos abiertos (J. Bucay y S. Salinas)

http://www.tumundomusical.com/tmm/libros/amargarse_vida.pdf