"Optimalismo" inútil

Por Montse Cano (Tarragona), publicado en el Magazine de 11 de octubre de 2009.

Leo con voracidad el artículo publicado en el Magazine el 20 de septiembre sobre el optimalismo, esperando encontrar, alentada por el adjetivo realista, alguna respuesta, algún aliento que me permita no sucumbir a la realidad pésima que me acecha desde hace tres años.

Ya no me sirve de nada repetirme a mí misma "es sólo una mala racha, encontraré un trabajo (sin especificar el deseo de un sueldo digno), estudiaré para oposiciones, otra carrera, haré cursos, másters, iré al psicólogo o al psiquiatra si es menester, visualizaré objetivos cada mañana, recordaré al final del día, pequeños momentos de placer, haré ejercicios para distraer la mente", etcétera.

Un sinfín de acciones que me permitan levantarme cada mañana y afrontar un nuevo día con un montón de cosas en mi cabeza que ya ni siquiera se sabe si tienen sentido.

Es obvio que quien no intenta las cosas seguro que nunca las conseguirá, y para llegar a esta conclusión, no nos engañemos, no hace falta ser optimalista, pero quien lo intenta una y otra vez y no le sale bien tiene el riesgo de enloquecer.