La liebre negra
Soñé con la liebre negra pintada en la pared
con cientos de alfileres clavados en sus pequeñas patas
Me dejé engañar con su falsa inocencia
y un día tras otro se los fui quitando
Giraron misteriosos engranajes en su interior
haciendo que todos los niños y mayores se fueran a dormir
Quedaron desnudos árboles y libros
y toda la pena y rabia que sentí desapareció
mientras la liebre negra tocaba el tambor.
ajenjo
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