Speed dating

FUENTE: http://nosomosbridgetjones.blogspot.com/ 

Siete hombres, siete mujeres. Siete minutos para cada pareja. Rápido rápido. Decidir en 7 minutos si quieres volver a ver a alguno de los 7 elegidos.
El 7 como número bíblico, cabalístico, mágico...
Tenemos prisa. Prisa para todo. El speed dating se justifica en la idea del flechazo. En eso que pasa: ver a alguien y que te llame la atención, que te de una sacudida por dentro.
Pero tiene un fallo: la predisposición. Uno va al speed dating predispuesto. Va a lo que va. A gustar y a que le gusten otros. Eso lo hace todo antinatural y rígido. Aunque tremendamente divertido. Eso sí. Divertido pero ineficaz para enamorarse.
Ese es el problema: uno no elige cuando ni de quién se enamora, ni como.
Teniendo eso en cuenta podría pasar en una cita express de estas, ahora que lo pienso. Pero sólo si uno fuese a investigar. A ver lo que se cuece, por curiosidad, por meter la naricilla y poder contarlo luego. Tendría que ir a pasar el rato: 50 minutos de estrés y coqueteo, de preguntas típicas y silencios espesos. De requiebros traídos por los pelos.
Sigo prefiriendo dejar ciertas cosas al azar.