Diario de un hombre solo (JUEVES)
JUEVES ...
He pensado que el zumo de naranja se podría guardar en la nevera, o mejor en el congelador, pero entonces tendría que acordarme de que lo tengo ahí, y ya tengo demasiadas cosas en la cabeza.
Y además, ¿cómo puede ensuciar tanto una fruta que parece tan inocente?.
¡Es inconcebible! Se acabaron los zumos caseros. De hoy en adelante compraré zumo embotellado, listo para beber.
Descubrimiento: he conseguido salir de la cama sin desarreglar casi las sábanas; después solo he tenido que alisar un poco la colcha con las manos.
Desde luego, hacer esto requiere práctica y no puede uno moverse mucho mientras duerme.
Tengo la espalda dolorida, pero una ducha caliente me dejará como nuevo, cuando consiga encender el calentador.
He dejado de afeitarme todos los días, pues me parece un desperdicio de tiempo; además, así gano unos minutos muy valiosos que mi mujer nunca pierde porque a ella no le sale barba ni bigote (creo...)
Descubrimiento: es absurdo usar un plato limpio en cada comida. Lavar los platos tan a menudo empieza a ponerme de los nervios.
Nota: he llegado a la conclusión de que no hace falta pasar la aspiradora más que una vez a la semana. Salchichas en la comida y en la cena.
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