Efectos nocivos de la pasión (III)
A partir de los años 1990 psiquiatras, antropólogos y biólogos (como Donatella Marazziti o Helen Fisher) han encontrado correlaciones importantes entre los niveles de hormonas como la serotonina, la dopamina y la oxitocina y los estados amorosos (atracción sexual, enamoramiento y amor estable).
La antropóloga Helen Fisher ha estudiado el ámbito neuroquímico de la pasión (los niveles de dopamina y noradrenalina). (Véase su estudio "The biology of attraction").
La pasión, según la antropóloga estadounidense -autora de libros como Anatomía del Amor y Por Qué Amamos-, es un impulso biológico comparable al efecto producido por la cocaína. "Cuando sientes pasión toda tu atención se enfoca en una sola persona. Te sientes en éxtasis cuando todo va bien y desesperación si algo anda mal. Experimentas una intensa energía que a menudo no te deja dormir, anhelas la unión emocional con esa persona y te vuelves sexualmente posesivo"
Cuenta que para estimular una pasión apagada, no hay nada como una separación forzosa o las discusiones (con sus correspondientes reconciliaciones fogosas); impedir que los enamorados estén juntos (el síndrome de Romeo y Julieta).
La pasión es esencial en la pareja, dice la experta argentina en sexualidad Alicia Gallotti, pero advierte que "pasada esa etapa y cuando hay que cimentar el vínculo, es necesario cuidar también la comunicación sexual y erótica, de la misma manera que lo hacen las parejas con el tema de los hijos, la economía o la amistad para mantener viva la pasión".
Y encima la feniletilamina!
El affair de la feniletilamina con el amor se inició con la teoría propuesta por los médicos Donald F. Klein y Michael Lebowitz del Instituto Psiquiátrico de Nueva York, que sugirieron que el cerebro de una persona enamorada contenía grandes cantidades de feliletilamina y que sería la responsable de las sensaciones y modificaciones fisiológicas que experimentamos cuando estamos enamorados.
Sospecharon de su existencia mientras realizaban un estudio con pacientes aquejados "de mal de amor", una depresión psíquica causada por una desilusión amorosa . Les llamó la atención la compulsiva tendencia de estas personas a devorar grandes cantidades de chocolate, un alimento especialmente rico en feniletilamina por lo que dedujeron que su adicción debía ser una especie de automedicación para combatir el síndrome de abstinencia causado por la falta de esa sustancia. Según su hipótesis el, por ellos llamado, centro de placer del cerebro comienza a producir feniletilamina a gran escala y así es como perdemos la cabeza, vemos el mundo de color rosa y nos sentimos flotando.
Vamos a dejarlo por hoy, cerrando el artículo con la siguiente cita:"El amor es ciego. El matrimonio le devuelve la vista".
Otro día podemos hablar del amor, ¿qué te parece?
6 comentarios
LomoNegro -
lomoreno -
SOCONUSCA -
lomoreno -
La linea que separa la pasión y los momentos de pasión es muy delgada. Muchos momentos de pasión es igual a pasión. Y los amores con más trabas son en los que más dura la pasión (cuando hay dificultades por medio, hay separaciones obligadas,...). A lo mejor necesitamos un enemigo para que esa pasión se mantenga!!! De todas formas, para los "quimicos", tampoco está mal tener una relación en la que prime el cariño, sin tanta pasión. Por línea general suelen estar muy mal vistos las personas que ansían la pasión en la pareja, y que cambian muchas veces de pareja.
En realidad a mí lo que me gustan son historias de amor en la que el amor triunfa por encima de todas las dificultades, qué pensáis del amor de Carlos de Inglaterra y Camila?
LomoNegro -
¿Qué te parece?
SOCONUSCA -
Cuando llevas tiempo conviviendo-conociendo a la persona sobre la que se deposita nuestra inflamada pasión en los albores del vínculo, ésta va menguando día tras día, discusión tras discusión, desencuentro tras desencuentro.... dejando la túrgida emoción convertida en un pellejo huero moviente al llanto, la añoranza.... y el reproche: ya no me quieres como antes.
Si te quiero, pero no me apasionas. Mejor dicho, ya no te padezco (pasión como acción de padecer). Ya no padezco de ceguera emocional, adicción hormonal, insomnio genital. Ya puedo estar a tu lado y ser yo mismo/a, sin que mis niveles de serotoninas, dopaminas, feniletilaminas o cualquier sustancia terminada en ina, interfieran en mi capacidad volitiva.
Si te quiero, pero ya no estoy pensando cada minuto en la unión emocional contigo.... ahora necesito muchos minutos para pensar en la comida que tengo que hacer, en que no hay papel higiénico en la despensa y lo próximo será usar el marca para limpiarnos el culo, en que tengo que pasar por el colegio porque la tutora del resultado de nuestras primeras apasionadas uniones emocionales ha enviado una nota diciendo que eso no pasa de curso ni con la E.S.O., en que el dentista del resultado de nuestras últimas no apasionadas uniones es esta tarde a las cinco y nos va a cobrar 600 .....
Si va a ser que la pasión existe, pero la cruda convivencia le hace un regate y la tira por lo suelos.... ya lo decía yo, ¡ni con epinefrina!!!!.
Nota: Requisitos indispensables para refutar el comentario: llevar más de 15 años de apasionada convivencia con pareja fija y tener uno o dos óvulos fecundados como responsabilidad vital (no es este el caso de la autora, pero qué escribidor no se permite una licencia literaria